Isaiah Hartenstein hace historia en la NBA y su hijo se vuelve viral durante la celebración

Campeón con los Thunder y segundo alemán en lograrlo

Isaiah Hartenstein, de 27 años, se consagró campeón de la NBA con el Oklahoma City Thunder tras vencer 103-91 a los Indiana Pacers en el séptimo y definitivo partido de las Finales. Con este logro, se convirtió en apenas el segundo jugador alemán en ganar un título de la NBA, después de la leyenda Dirk Nowitzki, quien lo logró en 2011 con los Dallas Mavericks.

El pequeño Elijah roba protagonismo en la ceremonia

Aunque el título fue histórico, quien se llevó toda la atención durante la entrega del trofeo “Larry O’Brien” fue Elijah, el hijo de un año de Hartenstein. Mientras su padre sostenía el trofeo, el pequeño dormía plácidamente en sus brazos, ajeno al bullicioso festejo de sus compañeros.

Ni siquiera el alboroto del vestuario ni la presencia del MVP de las Finales, Shai Gilgeous-Alexander, que le acarició la cabeza con ternura, lograron despertarlo. Las imágenes se viralizaron rápidamente en redes sociales.

Kevin Durant y el humor en redes

Uno de los primeros en reaccionar fue el exjugador de los Thunder y actual figura de la NBA, Kevin Durant, quien bromeó en X: “El pequeño Hartenstein colapsó”, acompañando el mensaje con emojis de risa y felicitaciones para su antiguo equipo.

“Creo que no fue lo suficientemente ruidoso para él”

Durante una entrevista con la periodista de ESPN Lisa Salters, Hartenstein fue consultado sobre su hijo dormido. Entre risas, respondió: “No sé por qué se durmió. Tal vez no era lo suficientemente ruidoso para él”. El pívot prometió contarle al día siguiente sobre el momento más importante de su carrera. En el partido, Hartenstein jugó 18 minutos, anotó 7 puntos y capturó 9 rebotes.

Comparaciones con Nowitzki y caminos opuestos

Hace 14 años, Dirk Nowitzki lideró a unos veteranos Mavericks a la gloria frente a los Miami Heat de LeBron James. En cambio, el camino de Hartenstein ha sido muy distinto. Mientras Nowitzki desarrolló toda su carrera con los Mavericks tras ser drafteado por Milwaukee, Hartenstein ha tenido un recorrido mucho más inestable. Fue elegido en el puesto 43 del draft de 2017 por los Houston Rockets, jugó en su equipo de desarrollo y pasó por varios clubes antes de consolidarse.

Una carrera marcada por el esfuerzo y la oportunidad justa

Antes de llegar a la NBA, Hartenstein jugó en Alemania y Lituania. Su gran salto llegó con los New York Knicks, donde explotó en su última temporada de contrato. Ese desempeño llamó la atención de los Thunder, quienes le ofrecieron un contrato por dos años con opción a un tercero, garantizándole 58.5 millones de dólares.

La apuesta fue acertada. Oklahoma ya era uno de los equipos más prometedores de la liga, pero carecía de un jugador como Hartenstein: un obrero del juego, un pívot de 2.13 metros que cumple su rol con disciplina y eficiencia. Su aporte fue clave en un equipo joven liderado por Gilgeous-Alexander.

Del anonimato al éxito

En un entorno ideal, rodeado de talento y con un liderazgo sólido, Hartenstein encontró finalmente su lugar. No será recordado como un ícono del básquet alemán como Nowitzki, pero su historia de perseverancia, esfuerzo y constancia le ha permitido escribir su propio capítulo en los libros de la historia de la NBA.

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