Motorola juega a dos bandas: potencia bruta con el Moto g100 y elegancia extrema en el Edge 70

Motorola, bajo el paraguas de Lenovo, ha decidido elevar su apuesta en el mercado de la telefonía móvil con una estrategia que ataca dos frentes muy distintos. Por un lado, buscan redefinir la gama media premium con el Moto g100, un dispositivo que prioriza el rendimiento sobre la forma, y por el otro, desafían a los gigantes de la industria con el estilizado Edge 70. Ambos equipos muestran que la marca no se conforma con lo de siempre, arriesgando en apartados clave para competir tú a tú contra terminales de Apple y Samsung.

El gigante de la casa: Moto g100

La primera impresión al sacar el Moto g100 de la caja es contundente: es grande, muy grande. Estamos ante un equipo con una pantalla IPS LCD de 6.7 pulgadas que roza los 17 centímetros de altura. En la mano, esas dimensiones se notan de inmediato. Si bien su anchura contenida evita que se resbale demasiado, operarlo con una sola mano es prácticamente una misión imposible para el usuario promedio.

Lo que realmente llama la atención, y quizás nos transporta a otra época del diseño móvil, es su grosor de casi un centímetro y un peso de 207 gramos. En un mercado que tiende a lo sutil, este “ladrillo” lo tiene complicado frente a rivales más estilizados. Sin embargo, Motorola compensa este cuerpo robusto con un acabado trasero en plástico que, aunque no cuenta con un perfil de proyección específico, el fabricante asegura que repele el agua. Visualmente es atractivo, con una curva ligera en los bordes y un acabado mate que juega con los reflejos de luz de manera interesante, ocultando muy bien las huellas dactilares. Eso sí, tras unos días de uso rudo, es posible notar microabrasiones si se busca el detalle a contraluz.

Pero no nos dejemos engañar por su apariencia tosca; por dentro es una bestia. El g100 monta un procesador Qualcomm Snapdragon 870, acompañado de 8 GB de RAM LPDDR5 y almacenamiento UFS 3.1 de 128 GB. Esta combinación, sumada a la conectividad 5G y WiFi 6, lo convierte en una opción muy potente para quien busca rendimiento puro. Además, incluye el modo “Ready For”, una funcionalidad de escritorio que expande el uso del celular más allá de lo habitual, y una batería de 5.000 mAh con carga rápida que promete aguantar el ritmo.

El contraataque ultradelgado: Motorola Edge 70

Mientras el g100 es pura potencia física, el nuevo Motorola Edge 70 es una declaración de estilo. Aunque la marca llegó un poco tarde a la fiesta de los teléfonos ultradelgados, su entrada es triunfal. Con un perfil de apenas 5.9 milímetros, este dispositivo busca plantar cara directamente al iPhone Air y al Samsung Galaxy S25 Edge.

La colaboración con Pantone se hace notar en los tres colores llamativos disponibles, pero lo que realmente se agradece es la sensación en mano. Con un peso pluma de 159 gramos, un marco de aluminio y una trasera con buen agarre, el Edge 70 ofrece esa sensación premium que solemos asociar con los productos de la manzana. Su pantalla OLED de 6.67 pulgadas es increíblemente brillante y reduce los biseles al mínimo, ofreciendo una experiencia visual inmersiva.

Uno podría pensar que un cuerpo tan delgado sacrifica autonomía, pero Motorola ha integrado una batería de silicio-carbono de 4,800 mAh, superando a muchos rivales en su categoría. En las pruebas, el equipo aguanta fácilmente el día entero, e incluso dos con un uso moderado. Además, la durabilidad es un tema central aquí: cuenta con certificación de grado militar contra caídas, temperaturas extremas, polvo y agua. Por más delgado que sea el aluminio, doblarlo con una fuerza razonable es prácticamente imposible.

Fotografía y ecosistema: Luces y sombras

En el apartado fotográfico, el Edge 70 presenta un diseño trasero con cuatro anillos de colores que alojan dos cámaras de 50 megapíxeles (gran angular y ultra gran angular), el flash y un sensor de luz. A diferencia del iPhone Air que intenta resolverlo todo con una sola cámara, o el sistema triple/cuádruple del g100 (que incluye un principal de 64 MP y un sensor ToF), el Edge apuesta por un sistema dual sólido.

Las fotos suelen ser vibrantes, aunque a veces la primera impresión al disparar puede decepcionar un poco. Es aquí donde entra el software: tras un par de segundos de procesamiento mediante IA, las imágenes cobran vida y lucen impresionantes. Los retratos destacan notablemente, aunque en escenas con mucho movimiento los rostros pueden quedar algo borrosos y se echa en falta un zoom óptico dedicado.

Finalmente, donde Motorola todavía tiene tarea pendiente es en la integración de servicios. Si bien herramientas como Smart Connect funcionan bien con PCs Windows y QuickShare facilita el intercambio de datos, la experiencia no alcanza la fluidez casi mágica que tiene Apple entre sus dispositivos. El ecosistema Android es sólido y los servicios de Google cumplen, pero quien busque esa conexión perfecta “sacada de la caja” notará la diferencia.

Con estos dos lanzamientos, Motorola deja claro que tiene opciones tanto para el usuario que necesita un caballo de batalla resistente y potente, como para aquel que prioriza la estética y la portabilidad sin sacrificar durabilidad.

Releated