La noche del martes, el comentarista de YES Network, Michael Kay, mencionó que los Yankees habían permitido casi seis carreras por juego en el mes de junio. Podemos quejarnos del estado de la alineación, pero los hechos son los hechos: si permites tantas carreras cada día, no hay mucho que tus bateadores puedan hacer. Esta noche fue una de esas — Luis Gil estuvo mal, Caleb Ferguson no ayudó, y una remontada se quedó corta cuando los Yankees perdieron el primer juego de la serie contra los Reds, 5-4. Es su undécima derrota en los últimos 15 juegos, una racha decididamente fea de béisbol.

Voy a pasar la mayor parte del resumen hablando de algo divertido, pero es imposible no estar un poco preocupado por Gil en este punto. Cuatro carreras limpias en cuatro entradas empujaron esta racha negativa de cuatro aperturas a 14.2 entradas y 17 carreras permitidas. El novato dejó el juego sin sacar un out en la quinta, intercalando un par de pelotazos a los Reds alrededor de un cuadrangular de dos carreras de Will Benson, viendo así cómo sus métricas finalmente lo alcanzan.

Gil fue increíble en los primeros dos meses de la temporada, pero la tasa de boletos siempre estaba al acecho en el fondo. En abril y mayo, esos corredores quedaban varados porque no permitía hits, y especialmente no permitía jonrones. Ahora que esos números han vuelto a la normalidad, los corredores que habrían quedado en primera o segunda están cruzando el plato.

Mientras tanto, Caleb Ferguson parece destinado a ser designado para asignación, al igual que sus excompañeros de los Dodgers, Dennis Santana y Víctor González antes que él. Fue el primer llamado desde el bullpen con el marcador solo 3-0, un déficit muy manejable. En lugar de jugar al bombero, sirvió un jonrón de dos carreras que creó un agujero demasiado profundo para que los Yankees escaparan esa noche, elevando su peor ERA entre zurdos a 5.67. La ayuda de relevo es la mayor necesidad en la fecha límite, y Ferguson debe considerar que su trabajo está en la línea en las próximas dos o tres salidas.

Estos fueron los aspectos negativos, pero honestamente, quería hablar de los aspectos positivos — específicamente la batalla de estrellas bajo las brillantes luces del Yankee Stadium.

El béisbol no suele darte una noche en la que la mayor estrella de cada equipo parece ir golpe por golpe contra la otra. No puedes tener a Caitlin Clark defendida por Angel Reese o a Connor McDavid en la esquina con Cale Makar en el béisbol, simplemente no es ese tipo de deporte. Bueno, hoy tuvimos a Elly De La Cruz enfrentándose a Aaron Judge, y vaya que fue un espectáculo.