San Judas Tadeo es uno de los santos más venerados en México, especialmente conocido como el patrón de las causas difíciles y desesperadas. Cada día 28 de mes, sus fieles acuden a diversos templos y celebran su devoción, pero ¿cuál es la historia detrás de este santo y por qué ha generado tanta devoción entre los creyentes? A continuación, te contamos algunos detalles de su vida y el impacto de su culto en México.

San Judas Tadeo, según los textos del Nuevo Testamento como los Evangelios y los Hechos de los Apóstoles, fue uno de los doce discípulos de Jesús de Nazaret. Pese a su posición entre los apóstoles, su nombre aparece pocas veces en las Escrituras. Se le menciona una sola vez en el Evangelio de Juan, durante la Última Cena, cuando le hace una pregunta importante a Jesús, lo cual demuestra su interés y cercanía con su maestro.

A pesar de ser un personaje menos mencionado en los Evangelios, San Judas Tadeo ha alcanzado gran popularidad. El padre José de Jesús Aguilar explica que aunque su fiesta oficial en el santoral católico es el 28 de octubre, los fieles en México han adoptado la costumbre de celebrarlo el 28 de cada mes, como una forma de mantener viva su devoción.

Conocido como “el patrón de las causas difíciles”, muchos devotos le atribuyen milagros relacionados con la solución de problemas complejos y aparentemente imposibles. Se le busca para pedir ayuda en situaciones de salud, empleo, crisis familiares, problemas económicos y judiciales. Incluso, en algunos casos, sus seguidores creen que él tiene el poder de ayudar a personas encarceladas a salir de prisión o a superar dificultades legales.

El nombre de Judas Tadeo es una combinación que proviene de varias tradiciones. En los Evangelios de Mateo y Marcos, se le llama Tadeo, aunque en algunas versiones también aparece como Lebbeo, probablemente para diferenciarlo de Judas Iscariote, el apóstol que traicionó a Jesús.

Según la tradición de la iglesia oriental, se cree que Judas Tadeo falleció en Beirut, mientras que la tradición occidental sostiene que evangelizó en Mesopotamia antes de unirse a Simón el Cananeo para predicar en Persia. Ambos fueron martirizados alrededor del año 62 en una región de Persia que hoy corresponde a Armenia, y su dedicación a la fe ha sido recordada por siglos.

El 28 de octubre es la fecha que la Iglesia católica asignó para conmemorar a San Judas Tadeo junto a Simón el Cananeo. Este día ha sido recogido en antiguos calendarios y martirologios como el Kalendarium antiquissimum, y es considerado el natalicio eterno de ambos apóstoles en la tradición occidental.

En México, la devoción a San Judas Tadeo ha crecido notablemente, especialmente en la Ciudad de México. En el Templo de San Hipólito, en la intersección de avenida Hidalgo y Paseo de la Reforma, los fieles acuden mensualmente para venerar al santo, con una gran celebración cada 28 de octubre. Este templo, originalmente dedicado a San Hipólito, el patrono de la ciudad en la época novohispana, fue adaptado para acoger la devoción popular hacia San Judas Tadeo.

Es común que los creyentes lleven imágenes de San Judas desde sus hogares hasta el templo, como parte de su ritual de fe. Además, como tradición, los fieles suelen asistir al templo por primera vez llevando ofrendas y compartiéndolas con los numerosos asistentes, en una muestra de devoción y gratitud hacia este santo tan querido en el país.

A lo largo de los años, San Judas Tadeo se ha convertido en símbolo de esperanza y fe para aquellos que enfrentan grandes adversidades, reforzando su papel como el santo al que se encomiendan quienes buscan apoyo en momentos de dificultad.