Los resultados recientes de PISA 2022 han impactado a México de manera desalentadora. La evaluación muestra que la gran mayoría de los estudiantes se encuentran en los niveles de desempeño más bajos, con un 66% en matemáticas y un 47% en lectura. Además, apenas un ínfimo 0.2% alcanza niveles superiores en matemáticas, mientras que un escaso 0.6% lo logra en lectura. El presidente desestimó estos resultados al calificar la prueba como “neoliberal”. A pesar de esta postura, es crucial reconocer la relevancia de la evaluación de PISA, ya que ofrece datos fundamentales sobre el sistema educativo.

Es evidente que el presidente ha empleado con frecuencia el término “neoliberal”, al punto de vaciarlo de su contenido original. Sin embargo, el neoliberalismo no es un concepto vacío, sino un proyecto ideológico, económico y político que ha influido significativamente en diversas áreas, incluyendo la educación. Surgió como un enfoque que prioriza las libertades económicas sobre las políticas, otorgando al mercado un lugar predominante sobre el Estado. Este paradigma tomó forma en la década de 1930 y finalmente se consolidó en los años ochenta con líderes como Thatcher en Inglaterra y Reagan en Estados Unidos.

El neoliberalismo ha intentado penetrar en el ámbito educativo, considerando la institución de mercado como un elemento fundamental. En este contexto, la educación se concibe como una extensión de la dinámica del mercado, con el objetivo de formar individuos capacitados para contribuir eficientemente al proceso económico. Sin embargo, este enfoque desvaloriza competencias que no se alinean con las demandas del mercado, relegando disciplinas como las humanidades y las ciencias sociales. Desde una perspectiva mercantilista, estas áreas no ofrecen el mismo valor que las competencias técnicas y científicas.

Este modelo educativo neoliberal moldea individuos que reflejan sus valores: individualistas, centrados en la eficiencia y el valor económico sobre otros aspectos. Además, al priorizar habilidades orientadas al mercado, se descuida la formación de ciudadanos íntegros, capaces de comprender su entorno, sus derechos y responsabilidades sociales. La educación, en su esencia, debe ir más allá de la preparación técnica y abarcar una comprensión amplia y profunda de la sociedad.

En resumen, el concepto de neoliberalismo no se reduce a un término vacío o desprovisto de significado. Su influencia en la educación es palpable, ya que promueve un enfoque educativo orientado exclusivamente al mercado, dejando de lado la formación integral de individuos comprometidos con su entorno social y cultural.